25 de febrero de 2011

Mantenimiento antes de la Operación Normal.


Cuando se habla de mantenimiento y confiabilidad la mayoría de las personas se ubican en la etapa de operación de una instalación, sin embargo, la realidad es que el mantenimiento de un activo, visto con un enfoque proactivo, se inicia mucho antes de la construcción e instalación del mismo.

Desde la etapa conceptual y de diseño de un proyecto, donde se generan la filosofía de mantenimiento y de mantenibilidad de un activo, hasta las etapas de construcción, donde se aplican las normas de aseguramiento y control de calidad (QA/QC), el pre-arranque y la puesta en marcha, la función de mantenimiento debe estar presente.

Análisis recientes indican, que los factores de éxito para lograr la confiabilidad deseada en una instalación se deben en 40% a cómo se diseña y se construye, otro 40% a cómo se opera y solo un 20% a cómo ejecuta el mantenimiento, otros análisis indican un 50%, 30% y 20% respectivamente, pero cualquiera que sea la realidad es indiscutible que un gran porcentaje del éxito de la confiabilidad de un activo en su etapa de operación normal, se le atribuye a su diseño y construcción.

En otras entregas me he referido al control y eliminación de las fallas como factor fundamental para obtener la confiabilidad y reducir los riesgos en las instalaciones, con este enfoque en mente, imaginen que el 40% o más de las fallas de un activo no existieran (las que corresponden a las etapas de diseño y construcción), no hace falta ser adivino para saber que se lograrían niveles de confiabilidad muy elevados y estaríamos muchos más tranquilos (menos riesgo) en nuestra función como mantenedores.

La grafica abajo representa la curva PF de una falla, esta curva empieza cuando una falla ocurre y muestra las diferentes etapas o evolución de la misma hasta el momento donde el equipo se detiene, esta curva es el fundamento del mantenimiento basado en condición. Más abajo vemos la misma grafica, pero ahora con una porción de la curva, antes del punto P, que representa básicamente el estado del equipo sin falla, esto generalmente ocurre cuando los equipos están nuevos o cuando se restituyen sus condiciones iniciales a través de actividades de overhaul y de turnaround, esta porción de la curva es el fundamento del mantenimiento proactivo.



Enfoquemos nuestra atención en la porción de la curva donde aun no existen fallas, lo ideal sería que esta porción de la curva sea muy larga, sin embargo en la práctica esto no siempre sucede, ¿Cómo hacer para aumentar el tiempo de esta porción de la curva?, una manera es aplicando efectivamente las técnicas de confiabilidad en el diseño, QA/QC, pre-comisionamiento y comisionamiento durante las etapas de diseño y construcción.


Las técnicas de confiabilidad en el diseño se basan en una serie de prácticas conocidas que se plasman en las filosofías de mantenimiento y de mantenibilidad de las instalaciones, con el objetivo de asegurar que las actividades de mantenimiento tengan el mínimo impacto en las operaciones futuras. Las filosofías de aislamiento de equipos, de redundancia de equipos, de layout de las instalaciones y otros aspectos como el acceso y las facilidades para mantenimiento, son necesarias en la etapa de diseño para asegurar que las actividades de esta función sean ejecutadas sin riesgos y con la mínima pérdida de producción.

Las técnicas de QA/QC en la construcción, como su nombre lo indica, se establecen para controlar y asegurar todos los aspectos relacionados con los requerimientos de diseño de las instalaciones (planos, especificaciones, códigos y leyes). Esto se logra a través de un programa organizado de inspecciones y pruebas, ejecutadas por personal calificado bajo la guía de procedimientos escritos que requieren verificación y documentación para asegurar que toda construcción, instalación y fabricación estan satisfactoriamente completadas. Esta etapa concluye con la completacion mecánica, que no es más que un protocolo de entrega donde se certifican y documentan de todas las actividades antes mencionadas, para confirma que las facilidades fueron construidas e instaladas bajo las especificaciones de diseño.

El comisionamiento o puesta en marcha, es una de las etapas de mas vulnerabilidad y de alto riesgo para las instalaciones, ya que, es el momento donde se enciende por primera vez un equipo nuevo o que haya tenido una intervención mayor (Turnaround), a si mismo es una etapa donde la tendencia es a reducir costos, ya que, el proyecto no tiene mas dinero ni tiempo. El pre-comisionamiento permite identificar y eliminar todos los defectos, ayuda a ser mas eficiente con el dinero y el tiempo y reduce el riesgo de que se presente una falla.

El pre-comisionamiento consta de tres tipos de actividades:
1. El chequeo de conformidad
2. Pruebas estáticas con equipos desenergizados - Involucramiento de Proveedores
3. Limpieza y desplazamiento

Es en esta etapa es donde se generan los famosos punch list o listas de chequeo, que no son más que un listado de cosas pendientes que se clasifican en categoría, en función de su importancia o necesidad de ser cumplida antes del arranque de las instalaciones.
La culminación de las actividades de pre-comisionamiento junto con la completación mecánica, marcan el fin de la construcción y el comienzo del proceso de comisionamiento o puesta en marcha.

El comisionamiento por su parte consta de cuatro tipos de actividades:
1. La verificación dinámica
2. Las pruebas de funcionamiento
3. Preparación para la carga
4. Arranque

Una vez terminadas estas actividades podemos decir que las facilidades o equipos están en operación.

Como podrán darse cuentas existe un sin número de actividades de chequeos y procesos de aseguramiento, que permiten en muchos de los casos tomar acciones preventivas y correctivas para reducir o eliminar las causas de fallas futuras y extender a lo máximo la porción de la curva PF antes que esta se presente. Hacer las cosas bien desde el principio y no dejar nada a la suerte, es un axioma infalible para lograr la confiabilidad y reducir los riesgos en las instalaciones, por eso es imprescindible que mantenimiento se involucre proactivamente en estas etapas iniciales de la vida útil de las instalaciones y no solo en las etapas de operación normal.