El análisis de Confiabilidad,
Disponibilidad y Mantenibilidad (CDM) o mejor conocido como RAM por sus siglas
en ingles (Reliability, Availability, Maintainability) nos permite
pronosticar para un periodo de tiempo determinado dichos parámetros de mantenimiento
basados en la configuración de los equipos y su filosofía operacional.
La base fundamental de este
análisis es la determinación por medios probabilisticos o analíticos de los
tiempos promedios entre fallas (TPEF) y de los tiempos promedios para reparar (TPPR)
de los equipos que conforman los sistemas, con la finalidad de determinar las
debilidades de los mismos y poder tomar decisiones sobre las políticas de
mantenimiento y confiabilidad, manejos de inventarios, utilización de nuevas
tecnologías y filosofías operacionales, tanto en las etapas de diseño como en
la de operación normal de las instalaciones.
Es importante recordar que
el propósito de un sistema productivo es cumplir con la misión para la cual fue
adquirido por su usuario o propietario, claro está, dentro de un contexto
operacional racional y bien definido. Para alcanzar esta misión este debe
cumplir eficientemente y con un mínimo riesgo los siguientes objetivos:
1. Estar inmediatamente Disponibles (on-Demand) cuando el usuario los requiera.
2. Ser Confiable
para completar su misión de forma segura
3. Ser Mantenido
y reparado, bajo un esquema de tiempos de entrega establecidos necesarios para
cumplir con la planificación de producción y la confiabilidad operacional requeridas.
En anteriores entregas hemos tocado este tema
desde el punto de vista de los conceptos esenciales que debe conocer todo
profesionales de mantenimiento (ver entrega del 24/10/2011 – http://maintenancela.blogspot.com/2011/10/confiabilidad-disponibilidad-y.html
) y esto nos permite tener una base
teórica para comprender este análisis. Ahora
nos embarcamos nuevamente en el tema para explorar una herramienta que permite
diseñar nuevos sistema o evaluar los ya existentes basándonos en la
identificación de los componentes con confiabilidad critica y cuantificando los
impactos de las fallas, la influencia del factor humano, la perdidas de
capacidades por degradación y la disponibilidad de recursos humanos y
materiales, entre otros, esto con el objetivo final de establecer políticas que
permitan diseñar sistemas confiables, establecer frecuencias de mantenimiento
optimas y producir estrategias de operación y mantenimiento que funcionen bajo
un marco de confiabilidad y manejo del riesgo preestablecidos.
Básicamente la ejecución de
un análisis RAM se enmarca en los siguientes pasos o etapas:
1. Determinar las tasa de fallas y de reparación
de los componentes o equipos que conforman los sistemas a estudiar. En esta
etapa se revisan los datos históricos de fallas de los equipos y los planes de
mantenimiento para determinar los TPEF y los TPPR de cada uno de ellos.
2. Revisión y verificación de la configuración
del modelo y de la filosofía operacional y de mantenimiento de los sistemas.
Construcción de los diagramas de bloque (sistemas en serie, en paralelo o serie
/ paralelo).
3. Modelaje RAM. Establecimiento de escenarios y
análisis de sensibilidad.
Generalmente en la primera etapa de los análisis RAM se emplean
modelos matemáticos basados en las distribuciones de frecuencias estadísticas
para modelar la rata de falla de los equipos, ya bien sea con datos reales o
datos genéricos y así determinar los TPEF, TPPR, TPPF, etc. Estos valores después servirán de
insumo para completar el modelo de análisis donde por lo general se configuran
los sistemas utilizando simuladores y programa computarizados (RAPTOR, es
comúnmente usado por que es fácil de usar y se puede descargar de forma
gratuita por Internet).
Para enfrentar el
reto de desarrollar un análisis RAM como operadores no es necesario ser
expertos en estadísticas ni en software especializados, para esos están los
consultores, los cuales, si deben ser calificados y saber cómo utilizar las
técnicas de cálculo y los software, sin embargo, si debemos saber cuándo
debemos aplicar esta herramienta, conocer su nivel de confiabilidad y entender cómo
aplicar los resultados que provee, con esto nos bastara para poder tomar las
decisiones que nos permitan mitigar los riesgos y optimizar las estrategias de operación
y mantenimiento de nuestras instalaciones.
Muy buen post, felicidades, favor de enviarme mas informacion al correo acasilla88@gmail.com
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