Sin embargo hoy día un TAR ya no es considerado como un asunto únicamente de Operaciones y Mantenimiento, ahora es usual un grupo multi-funcional y multi-departamental que asegure los procesos involucrados, en los cuales se aplican mucho de los principios de la gerencia de proyectos, con importantes y significante diferencias en la naturaleza del trabajo que implica aspectos de integridad y confiabilidad de procesos e instalaciones.
En términos generales un Turnaround se refiere a la intervención de un activo que normalmente no está disponible durante la operación normal o que lo está por un breve periodo de tiempo con el fin de ejecutar un mantenimiento, reparación, optimización o re-potenciación, que solo puede ser ejecutado con el activo fuera de servicio.
Dentro de un TAR puede estar involucrado un mantenimiento mayor (overhauld) de un equipo, el cual generalmente tiene el objetivo de restablecer las condiciones de este, desde un estado de desgaste a uno de operación normal, sin embargo, hoy día este tipo de mantenimiento se trata de evitar, ya que, las experiencias han demostrados que puede aportar entre un 10 a 20% más de defectos que cualquier otro tipo de mantenimiento, como consecuencia de la intervención masiva e intrusiva. A cambio han sido sustituidos por reparaciones menores (que no involucran un TAR), solo cuando son estrictamente necesarias, controladas a través de monitoreo de condiciones y de actividades de mantenimiento proactivo, esto ha permitido minimizar sustancialmente los costos de paradas, reducir los riesgos y aumentar confiabilidad de los procesos.
Sin embargo, aun es común ver este tipo de intervención durante la ejecución de un TAR y es importante reconocer que por el simple hecho de estar enmarcado en un TAR, se convierte en un proceso complejo que necesita de habilidades y capacidades diferente a lo requerido por un mantenimiento ordinario. Con referencia a esto podemos decir que un mantenimiento mayor ejecutado en un TAR puede requerir de un 25% más de Horas Hombre (HH) que lo necesario para llevar a cabo otros tipos de mantenimientos, además de una estrategia de planificación y programación totalmente diferente y de otro nivel.
Muchos lectores en estos momentos se estarán preguntando ¿Por qué entonces hoy día se sigue usando el TAR como estrategia de mantenimiento?, la respuesta a esta pregunta puede ser variada:
- Por requerimientos legales impuestos por la compañía o por algún ente gubernamental.
- Por un requerimiento de mantenimiento basado en una recomendación del fabricante de un equipo o porque la experiencia propia y las lecciones aprendidas lo indican.
- Para arreglar un problema crónico del cual nunca ha sido investigada su causa raíz.
- Para evitar fallas por desgastes de materiales causados por los fluidos propios (productos y sub-productos) de los procesos.
- Para corregir defectos inherentes a un mal diseño y/o selección de material.
- Para mejorar los niveles de protección de la planta.
- Para ejecutar rituales de mantenimiento por creencias, los cuales son totalmente innecesarios.
- Otras
Cualquiera que sean las razones que elijamos, siempre involucra un aspecto de mejora de la confiabilidad,
eliminación de defectos y/o reducción del riesgo de las instalaciones que justifica
el sacrificio.
LAS FASES DE UN TOURNAROUND:
Generalmente un Turnaround es considerado como
un proyecto de ingeniería de corta duración que esta dividido en cuatro fases
fundamentales: El inicio, la preparación, la ejecución y la terminación.
El
inicio: Es la fase durante la cual los parámetros del
TAR son definidos. Se caracteriza por ser la etapa donde se establecen los objetivos y políticas,
la organización y la información básica necesaria para su correcto desarrollo. Sus
factores críticos son:
- Establecer y formular objetivos y políticas (Salud, Higiene y Ambiente - SHA, Calidad, Costos, Tiempo, etc.).
- Revisar el historial de los equipos (Búsqueda de eventos pasados)
- Establecer las delegaciones de autoridad. (Grupos de discusión, decisión y aprobación)
- Establecer los indicadores de gestión.
- Determinar el grado de flexibilidad con que se cuenta.
La preparación:
Es la fase donde la data técnica y no técnica es validada y transformada en información
útil para la correcta ejecución del TAR. Se caracteriza por la planificación, atención
a los detalles y la exactitud de la información. Sus factores críticos son:
- Creación del plan y de las listas de trabajos (incluye los trabajos de pre-parada).
- Análisis de las contingencias y plan de emergencia.
- Preparación de paquetes de especificaciones para compras y contrataciones.
- Estimación de costos.
- Evaluar y autorizar los manejos del cambio propuestos.
La ejecución:
Esta fase se caracteriza por poner énfasis en
el efectivo control de los trabajos, monitoreando constantemente los aspecto y
requerimientos de seguridad, higiene y ambiente (SHA), calidad, costos, programación
y duración de las actividades. Sus factores críticos son:
- Coordinación y control de las actividades.
- Control de trabajos emergentes.
- Minimizar los gastos.
- Monitoreo de los aspectos de SHA y Calidad.
- Optimizar los tiempos de ejecución.
La terminación:
Esta
fase es donde el trabajo se cierra y se entrega a operaciones. Normalmente se
toma un par de semana después de concluir los trabajos con el objetivo de
evaluar la ejecución y generar los reportes correspondientes. Sus factores críticos
son:
- Comisionamiento y entrega a operaciones.
- Análisis y evaluación de la ejecución.
- Limpieza de las aéreas afectadas y remoción de equipos.
- Reportar y validar los manejos del cambio efectivamente ejecutados.
- Desmovilización de los equipos de trabajo.
- Generar el reporte final.
Para mayor información recomiendo la referencia bibliográfica
siguiente: Turnaround,
Shutdown and Outage Management por Tom Lenahan.
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